lunes, 19 de marzo de 2012

Cuestión de peso


Estamos llegando al punto donde la cosecha toma velocidad. La adrenalina ocupa parte importante de la sangre. Pasados todos estos años sigo sintiendo el primer amor cada instante. Los miedos son los mismos. Las decisiones se toman más pausadamente, con el tiempo uno se adecua a esas estructuras que son como aguas donde se nada cómodo. En otro momento no se sentía la incomodidad…eso me dice una sola cosa, los años van tomando mi libertad...
Estos días escuche enorme cantidad de planteos sobre el nivel de alcohol. Sin querer me llevó a los primeros pensamientos e hipótesis que en cierta forma están estrechamente ligados. Se trata de los rendimientos por planta en función de la calidad. Mi diagrama mental de lógica cuando comencé tendía a vincular el suelo a la calidad. Así pensaba que suelos profundos y fértiles daban mala calidad y los suelos  pobres de baja profundidad eran la panacea para obtener nuestros vinos top.  Con el tiempo, esta teoría fue tomando forma pero con muchos condicionamientos. Tantos, tantos, que al final cambió la hipótesis y de esta forma también cambió la visión sobre el alcohol y la concentración.
Así fue que la lógica me dicto parámetros que tenía que resolver en forma práctica y matemática. La teoría era: “a menor carga, mayor calidad”. Simple, pero con una enorme diversidad de acepciones. En la práctica trabajamos una gran cantidad de parcelas con gran variedad de rendimientos en distintas zonas. ¿Los resultados? Tan variables como las parcelas. Nada en concreto así en tres años. Hasta que comenzamos a ajustar cada zona y luego sub-zona a los rendimientos óptimos. ¿OPTIMOS? ¿Para qué? Desde esa simple pregunta dejé de hacer raleo, no tire más uva al piso y encontré un respeto a lo que natura da. De esta manera,  pasado el tiempo, descubrí que todo estaba vinculado al sentido común. Si la planta tiene más carga cosecharemos más tarde y si la planta tiene menos carga, ¡será antes! Y si, es lógico, pero no es fácil de llevar a la práctica. En estos días estoy leyendo “El Curioso incidente del  perro a medianoche”, de Mark Haddon. Es una novela verosímil que ayuda a comprendernos mejor a nosotros mismos y deja aromas de un gran sentido del humor...recomendable.
Al final, la simplicidad de las cosas se limita a simples variables que las podemos definir con la matemática, pero más con lo que denominamos sentido común. La variabilidad es la única herramienta real y probada para mantener la consistencia en el tiempo. Mucha variación en el año, poca entre años, es una definición estadística pero que bien funciona en todo ……cortito y al pie , que no nos engañen más. El rendimiento tiene que ver con la interrelación con el medio y no con el capricho de la página para el periodista.
Algo divertido de la semana. El encuentro con el importador de Dinamarca Christian Philipson. Un personaje de película que siempre me da la oportunidad de probar grandes vinos y el que me permitió encontrar a Guigal y sus lalala , grandes vinos de personalidad y amor. (www.guigal.com)
Otro punto alto de la semana. Son esas pocas horas con los que me logro ver con los In Vino Veritas para grabar nuestros garabatos radiales. (www.facebook.com/InVinoVeritasTv) Fuerte en emoción, alimentador de espíritu, recreo vendimial. Nuestra invitada, Nadia Harón. Alguien que convirtió lo cotidiano de cocinar en Arte. Siempre recomiendo sus dos restoranes, al igual que los vinos de la bodega familiar O Fournier. Divertido programa, pero con aspectos ya más críticos al sistema , donde estoy encontrando espacio para mis reclamos, sobre todo el de la seguridad, y la necesidad de involucrarnos como ciudadanos para que las soluciones también las aportemos nosotros.


Paloma by Los Visitantes on Grooveshark 


(Pausa, entra cortina,  cambia el ritmo y…)



Los malbec comenzaron a entrar en las bodegas, prometen calidad, prometen valía… es cuestión de no echarlo a perder. Veremos como sigue…