domingo, 19 de abril de 2020

Cosecha terminada
Carta abierta a mis afectos

Tengo destellos de recuerdos, destellos, pero que invaden las sensaciones. Los aromas de la mañana cuando se prendía la estufa con los sarmientos de la poda, las salsas de mi abuela al cocinar los ñoquis, los asados, el vino, el amor de casa, los aromas paternos, el confort del abrazoPasan los años y esas sensaciones se impregnan casi en la genética, y si tenemos suerte podemos trasmitirlo a nuestros hijos. Son cosas que no se pierden, sensaciones tangibles e intangibles que sobrevuelan el alma y aprietan el corazón.


Hace unos meses caminaba por un viñedo y algunos recuerdos que evidentemente estaban encriptados en mi ADN salieron; sensaciones que perdí por un tiempo. Como una amnesia temporal.
Mientras mis pies pisaban las hierbas, las piedras y el suelo, los dedos se se entremezclaban, más bien se fundían, volví a sentir ese aroa a tierra húmeda, a montaña, la jarilla, los brotes de la vid, que al rozarlos erizaban mis pelos, el frío del rocío mojaba mi piel, los teros en sinfonía, la uva intacta, inmóvil pero mostrando su color, el sol picando en la piel. Me llevó muchos años atrás, muchos caminos, muchos mundos en uno solo.
Llegué a casa y esos inseparables momentos preparan el asado y el vino vuelve a tener sentido. Te mirás a los ojos y sabés donde querés estar, que querés hacer, la tierra para mi cuerpo se mueve y el sonido y aroma cuando cae el vino en la copa nublan mi vista. Dos segundos después siento a María, que me habla, casi susurra y me dice que me ama, mientras mis niños corren afuera. Es una constelación perfecta, un momento único, ese sabor que está en la boca.
Siempre sentí que podía cambiar el mundo haciendo vino. Entrás en éxtasis y puede perderse cuanto el vino puede cambiar nuestro espíritu. Disfrutar de las caricias en el paladar, abrir el corazón, unir y olvidar la desazón.
La raíz de nuestro amor siempre es el recuerdos, cosas a rememorar que nos invaden y nos hacen volver a nuestros placeres iniciales, cuando hacer vino era un juego, cuando hacer vino nos dejaba desnudos frente al otro, libres, la belleza de lo eterno y etéreo, la belleza de dolor con una razón.
Compromiso con el amor 

lunes, 19 de junio de 2017

Malbec la cara moderna del Pinot?

Hace un tiempo exploro la coincidencia de los Malbec con los pinot noir. La cosecha 2016 casi que me convence totalmente . La aparición de frutas rojas tan expresivas , tan impactante como intensas , sin tener que recurrir a la mórbida y caliente jaleas y mermeladas .  Ayer mientras probaba Malbec 2017 especialmente de las zonas como El Cepillo o Gualtallary de suelos ricos en calcáreos me convencí que realmente existe una relación profunda entre estos dos varietales.



Ahí recordé en el 2003 realizamos las primeras vinificaciones de Malbec con un porcentaje de racimo entero, para ponerlo en contexto por entonces la idea en la recepción tenia como particularidad la pulcritud extrema de las partes verdes, bueno hoy algunos siguen sosteniendo esa teoría. Para ello teníamos ejércitos de personas sobre mesas que vibraban separando partes verdes que podía dejar nuestras modernas despalilladoras . 





Este Malbec cosechado verde en ese contexto salió con una intensidad aromática inusitada y sobre todo un aroma tremendo a frutillas.
Recordé las palabras de un gran productor de Borgoña, donde describía al Pinot como un flan que necesitaba de alguna forma encontrar una columna vertebral que sostuviera sus frutas rojas. De ahí que se vinificaba el pinot noir con un porcentaje o su totalidad con racimo entero.

La ventaja de comenzar la vinificación con racimo entero para mi es la aparición de maceraciones carbónicas que benefician fuertemente la idea de la fruta roja, luego con una fermentación tradicional que asegure la extracción de taninos por medio del alcohol . Si bien hoy también me da ganas de terminar las fermentaciones como blancos , ose sin hollejo ni raspón es otro capitulo aparte.

Pero mi visión es que nuestros Malbec cosechados tempranamente, fermentados con raquis y descubados rápidamente, logramos esos aromas y estructuras parecidas o construidas por esa acidez tan típica a un Pinot y sus frutas rojas de zonas frías al igual que el Malbec.






miércoles, 17 de agosto de 2016

Poda en Viñedo. Alejandro explica el sistema Guyot


El viticultor e ingeniero agrónomo de Chachingo, Alejandro Vigil, explica, en esta oportunidad como se puede realizar la poda en viñedo con el sistema de cargador Guyot. Una forma simple y sencilla de aprender.

viernes, 29 de julio de 2016

Alejandro Vigil. Perfil de suelo en Chachingo, Maipú



El viticultor Alejandro Vigil te muestra los orígenes de las tierras de una zona histórica de Mendoza. Allí, en Chachingo, Maipú se encuentra La Casa de Vigil, su emprendimiento enogastronómico. El "Ale" se instala en el subsuelo.

miércoles, 27 de julio de 2016

Cosecha 2016, cuando nada es igual.

Parte 1 , la cosecha fria

Hace mucho leí una frase de Julio Cortázar que decía algo como: “Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba”.

Cuando comenzó la temporada ya veíamos que tendríamos un año atípico, con ciertas incomodidades, pronóstico de la Corriente del Niño y problemas coyunturales importantes.

Una primavera fría. Estamos hablando de que en varias zonas estábamos con 3,5ºC por debajo de la media, con varios días rozando los 0ºC. La primera consecuencia fue un corrimiento extraordinario en varias regiones, incluida una helada importante en Salta que hacía prever que la merma sería importante en el país. Luego las lluvias, que en 4 meses en algunos casos llegarían a los 800 mm.

Y la zona este de Mendoza terminó sumamente perjudicada en cantidad y luego en calidad.

Valle de Uco tenía un retraso de 24 días promedio debido a las temperaturas. Y esta situación, en definitiva, se convirtió en nuestra aliada. Este atraso, sumado a una ventana sin caída de agua de casi 40 días salvó la calidad de la vendimia. La cantidad ya se había perdido en el Este de Mendoza.

Esta brecha nos permitió lograr esos vinos de los que venimos hablando los últimos años, los que tienen bajo alcohol, alta acidez, más livianos, pero con mayor intensidad.

Vinos que no imaginábamos hacer hace 5 o 6 años, esos vinos que denominamos lineales o verticales de mineralidad acentuada.

Entonces recordé que hace unos años podríamos haber dicho que esta vendimia no era buena o excelente porque no habríamos tenido grandes extractos y los alcoholes no alcanzarían los 16 grados buscados. Nunca más cierto aquello que preguntarse cuando me dicen: ¿Qué es calidad o alta calidad en un vino top? En definitiva, cuestionarnos si lo que nos dicen es así o tal vez, decidimos cambiarlo y comenzar un itinerario misterioso.

Lo más lindo es que no estaba solo. Hablando con muchos de los amigos vitivinicultores descubrí que pensaron lo mismo. 

En la próxima entrada les comento que pasó por zona y varietal.




lunes, 24 de agosto de 2015

Actor por un día

Esta vez Alejandro Vigil participó en el corto de presentación de Casa el Enemigo, su personalísimo proyecto ubicado en la zona de Chachingo, en Maipú, Mendoza, Argentina. El Cielo y El Infierno le dan contexto a sus vinos. La Divina Comedia del Dante escribe el libreto. Pasen y vean el clip realizado por Mimesis Filmworks.