
En los últimos días sigo pensando sobre el terruño o más específicamente en la definición de terruño. En numerosas acepciones se dice que es la interacción del clima-suelo con el hombre incluido dentro de este sistema. En muchos casos solo habla del suelo como factor fundamental o el clima. El hombre queda relegado y a veces no se entiende el por qué se incorpora a esta definición.
Según voy entendiendo con el tiempo comienzo a pensar que en realidad la parte fundamental de lo que denominamos terruño es el hombre. En Mendoza, donde vivo y salvo alguna situación realmente extraña (¿Tsunami? La provincia se hunde y desaparece. Soy desterrado) creo moriré acá. El hombre es parte fundamental o el basamento de la existencia de cualquier cultivo; de otra forma seguiríamos siendo un gran desierto, donde solo existiría vida a las orillas de los cauces naturales.
Por otro lado, los primeros registros de cultivo de vid son confusos. Sin embargo, diremos que como mínimo en Argentina datan de 1556. El sacerdote Juan Cedrón cultiva en Santiago del Estero plantas de Moscatel y uvas del país para poder utilizarlo en las misas. Así se desarrollo la vitivinicultura hasta la llegada de la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, donde se conocen los primeros vinos varietales vinificados denominados europeos. Seguramente el Malbec estaba entre ellas. Hablamos de los años 1860 a 1870.
¿A que viene esto? Básicamente cuando cultivamos un viñedo producimos cambios drásticos y casi irreversibles. Cuando decimos: "Acá vamos a plantar un viñedo", se engloba una gran cantidad de sucesos que cambiaran para siempre ese lugar. En primer término, desmontamos y erradicamos gran cantidad de especies establecidas, además de mover la fauna del lugar. Armamos redes hídricas para el riego.
Intervenimos de tal modo que cambiamos el paisaje, las plantas y los animales.
Regreso al comienzo. ¿Cuánto pesa el hombre en la definición de terruño en la vitivinicultura? Yo diría el 90 por ciento o más. Es tan influyente que logra cambiar el comportamiento de la vid, originalmente una liana, y la obliga a vegetar 6 meses y dormir otros seis.
Es así, que cuando hablamos de terruño en realidad hablamos de cómo una determinada cultura del hombre va transformando un lugar, utilizando los recursos climáticos y el suelo y no al revés. Esta definición de terruño, estoy seguro será extendida en el futuro cuando logremos sincerarnos acerca de que el vino existe porque el hombre existe. Y eso es lo más natural que tiene esta bebida utilizada para abrir los corazones y aflojar las penas.